La habitación era correcta, aunque el baño se sentía un poco viejo. Buen detalle con cafés y shortbread en la bandeja. Pero la iluminación era escasa y el radiador no calentaba bien, especialmente en noviembre. Lo bueno es que está a un paso del puerto y las vistas desde el hotel son impresionantes. se agradecen esas áreas de relax con sillones cómodos.

La comida para vegetarianos era un verdadero festín, especialmente los platillos locales que nos sorprendieron en cada bocado. El personal fue simplemente encantador y las diferentes zonas de relax con sillones cómodos hicieron nuestra estancia aún más agradable.

Aunque no había ascensores, lo que hizo que mi padre luchara un poco al subir dos tramos de escaleras, nuestra habitación brilló en encanto y confort. me di cuenta de que debí preguntar antes sobre opciones más cercanas a la planta baja, pero todo valió la pena.

Vistas espectaculares desde el restaurante al atardecer.

Vistas impresionantes desde la habitación.

cada paso de los huéspedes en la planta superior resonaba en nuestra habitación, haciéndonos sentir como si no tuviéramos privacidad. Intentar relajarse después de un largo día fue prácticamente imposible con los gritos de los niños y el constante ruido del tráfico en las áreas comunes. Además, las almohadas eran incómodas, lo que contribuyó a una mala calidad de sueño en nuestra estancia.

vistas impresionantes desde la zona de fumadores

detalles encantadores en la habitación, zonas de relax cómodas

cargo adicional por mascotas